Fernando Estrada Silva
La navidad es una costumbre que se celebra en muchas partes del mundo y en los últimos tiempos viene acompañada de películas navideñas sobre todo de los géneros infantiles y comedias familiares.
Pero esta tradición tiene una larga historia que data desde los inicios del cine. La primera película que fue ambientada en esta época del año fue creada hace más de 100 años en Inglaterra. En 1898 se estrenó Santa Claus, dirigida por George Albert Smith, un cineasta inglés que formaba parte del grupo que los historiadores han llamado la Escuela de Brighton, un grupo de fotógrafos que incursionaron en el cine y con ello sentaron las bases del lenguaje cinematográfico.
Santa Claus (1898) Dir. George Albert Smith.
Esta película, que dura tan sólo un minuto y medio, nos narra una pequeña escena donde observamos a un par de niños acostándose para dormir justo el 24 de diciembre. Y después de que los niños se duermen, Santa Claus entra por la chimenea y les entrega sus regalos mientras ellos continúan dormidos. Por pequeña que sea la narración, esta es la primera película en la historia del cine que nos ambienta en una época navideña y nos muestra, aunque por unos segundos, a Santa Claus. Además de esta distinción, la película es una aportación al lenguaje cinematográfico por mostrarnos en una misma imagen, mediante la técnica de la sobreimpresión, dos acciones simultáneas que ocurren en diferentes espacios.
Con “Santa Claus” de George Albert Smith comenzó una larga tradición de películas relacionadas con la navidad, y que se estrenan sobre todo en esta época del año. Con los años la tecnología en el cine fue avanzando y las películas cada vez eran más largas y con una ambientación más detallada. Es así como en 1903 llega otra película, esta vez más apegada a lo religioso, llamada La vida y la pasión de Jesucristo, dirigida por el francés Ferdinand Zecca, quien era el dueño de la productora más grande del mundo en aquel entonces, llamada Pathé-Frères.
La vida y la pasión de Cristo (1903) Dir. F. Zecca.
El cine religioso en torno a la navidad continuó por varias décadas, pero no fue hasta la década de los treinta, cuando se comenzaron a estrenar títulos distantes a las creencias religiosas y más cercanas al espíritu navideño, un ejemplo de este tipo de películas podría ser Un cuento de navidad (1938) dirigida por Edwin L. Marin. La película nos cuenta la historia homónima escrita por Charles Dickens, donde se nos narra la vida de Scrooge y como es visitado por fantasmas en Nochebuena, cambiando sus acciones para ser mejor persona.
Un cuento de navidad (1938) Edwin L. Marin
En la siguiente década, ya en 1940, el humor se vuelve uno de los factores principales en las películas con temática navideña, es así como llega una de las películas más populares en su época, De ilusión también se vive (1947) que nos cuenta la historia que sucede durante un desfile navideño en la ciudad de Nueva York, el hombre que se supone encarnaría a Santa Claus no puede participar y los organizadores le ofrecen el trabajo a un anciano, pero se complica cuando él asegura que es el verdadero Santa Claus.
De ilusión también se vive (1947) George Seaton.
Con las décadas el cine ambientado en la Navidad ha seguido avanzando y ha llegado a narraciones más complejas a cargo de directores de cine aclamados, así como también a tramas sencillas como comedias románticas y cine infantil, pero que nos ambientan en esta época del año y enaltecen el espíritu de la noche buena.
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