Película de Ernesto Contreras que nos narra la historia de un joven lingüista llamado Martin quien desea evitar que una lengua indígena milenaria, el Zikril, se pierda con los últimos sobrevivientes de la tribu que son ancianos y llevan más de cincuenta años peleados y no se dirigen la palabra. Por ello el lingüista se da a la tarea de reconciliar a los hombres, Don Isauro y Don Evaristo, para poder grabar la conversación y tener registro de la lengua. En palabras de Contreras “cuando una lengua muere, se pierde una forma de ver el mundo”.
El filme nos lleva a San Isidro en donde la mayor parte de la historia se desarrolla y en la que nuestro lingüista conoce a estos hombres quienes alguna vez fueron mejores amigos, los intentos de Martin nos llevan a revelar secretos enterrados y viejas heridas que no querían que fueran abiertas. En esta película podemos entender las emociones y conflictos de cada uno de los personajes. El director dijo en una entrevista que quería sacar provecho de las locaciones ya que por ser el de ahí un clima muy impredecible: “decidimos usar el clima a nuestro favor, si llovía, pues que lloviera, si la neblina nos ganaba pues había neblina en la escena.” Estas decisiones directivas le dieron a la película un estilo particular y un carácter propio.
La fotografía de la película está brillantemente ejecutada pues nos muestra a San Isidro como un lugar paradisiaco y lleno de un encanto místico. La película cae en el género de melodrama dado los intentos de Martin por evitar que la lengua desaparezca y con ello una parte de la cultura mexicana y de la cultura humana se pierda.
La película ha recibido múltiples premiaciones en varios festivales en los que se ha presentado, se ganó 5 premios en la ceremonia del premio Ariel de 2018 que van desde Mejor Fotografía hasta Mejor Actuación Masculina. En el Festival de Cine de Florida ganó el premio a Mejor Película Internacional. En el GIFF (Guadalajara International Film Festival) ganó el premio a Mejor Guión que se lo llevó Carlos Contreras. Y en el Festival de Cine de Sundance ganó el premio a World Cinema que se lo llevó el mismo director.
La película es una clara obra de arte que nos muestran una historia muy humana de perdón y de amor en un lugar sumamente bello, en muchas ocasiones el cine en general no nos entrega personajes de este estilo, esta humanidad que se les otorga que los convierten en personajes que son capaces de vivir fuera de la realidad de la película y que pueden ser trasladados a la realidad en la que vivimos y habitamos. Es una película altamente recomendable para todos aquellos que disfruten del buen cine de arte y del buen cine mexicano que en muchas ocasiones no llega a las salas comerciales de cine y que sólo podemos ver por muy poco tiempo en una cineteca especializada para su exhibición o que la vemos tiempo después en una plataforma digital en donde no se aprecia al máximo como se haría en una sala de cine convencional.
Escrito por Raúl Alejandro Ramos Camacho, estudiante de la Licenciatura en Cinematografía de la Escuela Superior de Cine y Multimedia
Comments